Tipos de violencia
Tipos de violencia
La violencia se ejerce de diferentes maneras, desde una ofensa
verbal hasta el homicidio. Existen cinco tipos de violencia: verbal, emocional,
económica, física y sexual. Es importante aclarar que estas diferentes
manifestaciones de la violencia se pueden ejercer al mismo tiempo en los
diferentes ámbitos de la vida cotidiana.
Violencia verbal: Incluye los
insultos, los gritos, las palabras hirientes u ofensivas, las
descalificaciones, las humillaciones, las amenazas, los piropos que causen
molestia, etc.
Violencia emocional: Este tipo de violencia, cuya frecuencia es muy alta, es la
más difícil de identificar porque, a diferencia de la violencia física, no deja
huellas en el cuerpo sino en el ser interno de la persona. La violencia
emocional se ejerce a través de palabras, gritos, gestos agresivos, malos
tratos, falta de atención, silencio y chantajes, que buscan denigrar,
intimidar, amenazar o manipular a la persona violentada, y aunque aparentemente
no dañan, lo hacen profundamente, destrozando la autoestima y la estabilidad
emocional.
Violencia económica: Es una de las prácticas más sutiles de la violencia, que
consiste en el control o restricción del dinero o de los bienes materiales como
forma de dominación o castigo.
Violencia física: Son aquellos actos que dañan el cuerpo y la salud física:
los empujones, bofetadas, puñetazos y los golpes con objetos. Este tipo de
violencia muchas veces deja cicatrices, enfermedades que duran toda la vida, y
lesiones leves o severas, que incluso pueden causar la muerte.
Violencia sexual: Es todo acto verbal o físico con connotaciones sexuales que
se realiza contra cualquier persona sin su consentimiento, que vulnera su
libertad y daña su autoestima y desarrollo psicosexual, y que le genera
inseguridad, sometimiento y frustración. Sus formas son el hostigamiento, el
acoso, el tráfico y la explotación sexual, el incesto y por supuesto la
violación.
La acción no-violenta Podemos soñar con un mundo sin conflictos,
pero la realidad nos recordará continuamente que vivimos en un mundo donde
surgen conflictos en las relaciones interpersonales, sociales y políticas. Un
conflicto puede resolverse empleando la violencia. Entonces hay un vencido y un
vencedor, lo que conlleva una reconciliación fallida y, finalmente, una o
varias víctimas. También se puede negar la existencia del conflicto o echarle
tierra encima; pero con frecuencia tal situación queda llena de violencia para
el futuro.
La no-violencia activa parte de
la convicción de que detrás de una cara agresiva, de un discurso violento o de
una provocación hay una conciencia aún no despierta. La acción no violenta
consiste en desarrollar todos los medios éticamente válidos que estén a nuestro
alcance, para despertar esta conciencia. La imaginación y la creatividad son
cualidades imprescindibles para alcanzar el objetivo.
Reflexiones de Gandhi La
no-violencia implica una autopurificación completa, tanto como resulte
humanamente posible, del hombre para el hombre. La no-violencia se encuentra en
proporción exacta a la idoneidad –y no a la voluntad—de la persona no violenta
para infligir violencia. El poder a disposición de la persona no violenta es
siempre mayor que el que poseería si fuese violenta. En la no-violencia no
existe nada que sea derrota.
La no-violencia es acción contra
la injusticia extendida en nuestras sociedades: no contra el injusto, a quien
se le debe respetar y no humillar, sino contra su injusticia. El momento culmen
de este proceso de lucha es la conquista del violador de la paz y la justicia,
a tal grado que él se haga también luchador de la misma causa.
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